La mediumnidad y la percepción extrasensorial (PES), conceptos asociados con la capacidad de comunicarse con espíritus o percibir información más allá de los sentidos, han fascinado a la humanidad durante siglos. Desde sesiones espiritistas hasta afirmaciones de telepatía o clarividencia, estas prácticas han generado tanto devoción como escepticismo. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto? A pesar de décadas de investigación, la evidencia sobre la mediumnidad y la PES sigue siendo controvertida, atrapada entre el rigor científico y el misterio humano.

¿Qué son la mediumnidad y la PES?
La mediumnidad se refiere a la supuesta capacidad de una persona para comunicarse con entidades no físicas, como espíritus de personas fallecidas, a menudo en contextos espirituales o religiosos. La percepción extrasensorial, por su parte, abarca fenómenos como la telepatía (lectura de pensamientos), la clarividencia (visión de eventos lejanos) y la precognición (anticipación de eventos futuros) sin usar los sentidos conocidos.
Ambas ideas han sido populares en la cultura, desde las sesiones espiritistas del siglo XIX hasta programas modernos de televisión. Sin embargo, la ciencia aborda estas afirmaciones con un enfoque basado en la evidencia, buscando pruebas verificables bajo condiciones controladas.
Lo que la ciencia ha investigado
El estudio científico de la mediumnidad y la PES comenzó formalmente a finales del siglo XIX con organizaciones como la Sociedad para la Investigación Psíquica (SPR) en Reino Unido. Desde entonces, numerosos experimentos han intentado validar estos fenómenos, pero los resultados son inconsistentes.
En el siglo XX, el psicólogo J.B. Rhine de la Universidad de Duke realizó experimentos pioneros con cartas Zener para probar la telepatía y la clarividencia. Aunque algunos resultados parecían prometedores, las críticas por fallos metodológicos y la falta de replicación debilitaron las conclusiones.

Estudios más recientes, como los realizados en el Instituto de Ciencias Noéticas (IONS), han explorado la PES usando técnicas modernas, como escáneres cerebrales, pero no han encontrado pruebas concluyentes de su existencia.
En cuanto a la mediumnidad, investigaciones como las del proyecto Windbridge Research Center han analizado médiums que afirman contactar a los fallecidos. Algunos estudios sugieren que ciertos médiums proporcionan información específica que no podrían conocer por medios convencionales. Sin embargo, estos experimentos suelen carecer de controles estrictos, y los resultados pueden explicarse por técnicas de psicología, como la lectura en frío, donde se usan pistas sutiles para deducir información
Un meta-análisis publicado en Frontiers in Psychology (2020) revisó 20 estudios sobre PES y encontró que, aunque algunos reportaron efectos estadísticamente significativos, los tamaños de los efectos eran pequeños y los experimentos a menudo no replicables. La falta de consistencia y la posibilidad de sesgos, como el efecto de selección de datos, han llevado a la comunidad científica a mantener una postura escéptica.
Explicaciones alternativas
La ciencia propone que muchos fenómenos atribuidos a la mediumnidad o la PES pueden explicarse por procesos psicológicos y neurológicos. Por ejemplo, la intuición mejorada o la capacidad de interpretar señales no verbales puede percibirse como percepción extrasensorial. Las experiencias de «contacto espiritual» podrían estar relacionadas con estados alterados de conciencia, alucinaciones o el poder de la sugestión. Además, el cerebro humano es propenso a encontrar patrones en información ambigua, un fenómeno conocido como apofenia, que podría explicar muchas afirmaciones de PES. No confundir con pareidolia, ya que está se considera una subcategoría de la apofenia que implica específicamente ver patrones como caras en objetos, nubes o naturaleza.

En el caso de la mediumnidad, los psicólogos destacan el impacto emocional de la pérdida, que puede hacer que las personas interpreten mensajes vagos como específicos. Estudios de neurociencia, como los realizados por la Universidad de Yale, han mostrado que ciertas áreas del cerebro asociadas con la empatía y la imaginación se activan durante experiencias místicas, lo que sugiere una base biológica para estas percepciones.
Mitos y malentendidos
Un mito común es que la mediumnidad y la PES son fenómenos sobrenaturales que la ciencia no puede explicar. En realidad, la ciencia no descarta estas experiencias, pero las estudia como productos de la mente humana o como eventos que requieren pruebas más rigurosas. Otro malentendido es que la falta de evidencia definitiva significa que estos fenómenos son imposibles. La ciencia simplemente exige pruebas reproducibles, algo que hasta ahora no se ha logrado.
La búsqueda continúa
Aunque la ciencia no ha validado la mediumnidad ni la PES como fenómenos paranormales, el interés en ellos persiste. Investigadores continúan explorando si la conciencia humana podría tener capacidades aún no comprendidas, usando tecnologías como la resonancia magnética funcional para estudiar el cerebro durante supuestas experiencias psíquicas. Mientras tanto, el escepticismo científico no niega las experiencias personales, sino que busca entenderlas dentro de un marco natural.
